Inés de la Calzada nació en Barcelona en 1987, pero vivió y creció en Albacete.
Se licenció en Derecho con Máster en Bolsa y Mercados financieros en Madrid. Toda su vida ha pintado y crecido rodeada de creatividad. Sus años en Düsseldorf y la energía artística que respiraba en esa ciudad también influyeron en en todo lo que hoy expresan sus obras.
Su pasión por la pintura y el arte le llevó a crear una marca de moda sostenible, la cual nació de prendas exclusivas pintadas a mano alzada utilizando sedas ahimsha como lienzos. Todos los vestigios de su vida, cuenta ella, han catalizado su pasión por el expresionismo abstracto, y
es por ello que Jackson Pollock convive en su alma.
Su obra, con un estilo personal muy marcado, es arte vivo, el cual permite que la luz, los colores y transparencias sean el reflejo de lo que atrape al espectador en una visión 360º. Ha creado una técnica aportando riqueza visual y regalando libertad a quien mira y desde donde lo mira. La mente regala mucho más de lo que vemos.
Inés busca la disrupción del arquetipo visual creando vínculos inquebrantables de creatividad, expansión, experimentación, evolución, y sostenibilidad. Le obsesiona accionar visiones significativas genuinas desde los vestigios de cada persona promoviendo un estilo de vida sostenible comprometido con el medio ambiente.
